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¿Tronarse los huesos, qué lo causa y qué precauciones hay que tener?
¿Te has preguntado qué es lo que causa el característico sonido al momento de tronarse los dedos o alguna otra articulación? Esto es causado debido a burbujas de gas que se encuentran en el fluido sinovial. Este fluido se encuentra en las articulaciones, funciona como un lubricante, y contiene gases disueltos como oxígeno, nitrógeno o dióxido de carbono. Cuando una articulación se estira o dobla, el decenso de la presión en esta causa que los gases formen burbujas. Al seguir moviendo la articulación, la presión continúa bajando, lo que provoca que estas burbujas estallen, causando el peculiar “crack”
A pesar de mitos comunes, el tronarse los dedos y otras articulaciones no suele ser dañino y no resulta en artritis. Muchos estudios científicos han investigado esta práctica, y no se ha encontrado relación directa entre hacer esta actividad y el desarrollo de condiciones como la osteoartritis. El sonido es solamente un fenómeno físico relacionado con el cambio de presión y gases en las articulaciones, no un indicador de daño a los huesos o al cartílago. De hecho, muchas personas reportan una sensación de alivio o un aumento de flexibilidad tras tronarse alguna articulación.
Mientras que crujirse los nudillos es algo benigno, hay ciertas áreas del cuerpo donde se debe tener cuidado o debe evitarse tronar una articulación. El cuello y la columna son áreas particularmente delicadas debido a la presencia de nervios y la medula espinal. La manipulación agresiva o incorrecta de estas articulaciones, especialmente por alguien sin experiencia, podría resultar en una herida potencial. De manera similar, cualquier articulación que presente dolor, hinchazón o tenga un historial de lesiones no debería ser tronada sin orientación médica profesional, ya que esto podría agravar una condición existente. Si presenta dolor o incomodidad en cualquier articulación, lo ideal sería consultar a un ortopedista para recibir atención médica
